Darkrai, el hijo bastardo de Meredith.

Saludos jugadores, jugadoras, caracoles y estrellas de mar. Después de varias semanas sin traer ninguna noticia interesante, traemos una pequeña novedad sobre el romance entre Meredith y Peluche.

Para aquellos que no estén informados de esta romántica unión, podéis cotillear sus aburridas vidas en este enlace: http://eldiariodelatricia.blogspot.com.es/2015/05/el-romance-de-meredith.html

Pues bien. Si bien desde la redacción del Diario de Latricia creíamos que era un romance absurdo, pasajero y sin futuro alguno, hace un tiempo que llego a nuestros oídos digitales que tienen un descendiente no reconocido.

Parece ser que, este pobre niño que nació de las infidelidades de esta infiel pareja, escapó de casa siendo muy jovenzuelo y por eso debe conformarse con su vida de mortal. No obstante, este joven afirma y asegura ser su hijo y, hasta que no se hagan una prueba que desmienta lo que el muchacho dice, nosotros necesitamos cotilleo, así que... Nos lo creemos y punto.

Este muchacho dio a conocer su situación con un pequeño texto explicando su historia, el motivo por el que abandono su hogar y, ademas, explicando que su padre era un desentendido de su vida. Esta historia llegó al mundo de los Maestros de Juegos gracias a que, el jovenzuelo que escapó de su hogar en busca de aventuras, logró colar un papiro en el envío de historias para el concurso de redacciones de Ashran.

Si bien no fue una de las tres historias mas valoradas y, por tanto, no fue ganador del concurso, nosotros vamos a dedicarle un apartado en nuestro blog, porque la verdad no puede ser ocultada, todos sois merecedores de conocer la verdad.

Otra vez me despertaban aquellos temblores del cataclismo, ya no recordaba lo que era conciliar el buen sueño. Los veranos se tornaron abrasadores desde que ala de Alamuerte nos cubrió bajo el manto de su desdicha, mi madre siempre decía "llegaran tiempos mejores" y créanme que eh perdido la fe en aquellas palabras.

Los viajeros solían contar sobre la calamidades que ocurrieron en el mundo cuando el dragón negro despertó, también me hablaron de su deceso, y yo solia imaginar tales escenarios apocalípticos y las hazañas de los caballeros que enfrentaban aquellos males.

Mi padre, el señor Peluche lo llamaban en el pueblo, le disgustaba que yo le hablara de mi fantasía de salir a recorrer Azeroth. El es un hombre serio, dedicado a su trabajo y el bienestar de su familia, no tenia tiempo para historias de dragones y princesas.Mi madre por otra parte le gustaba avivar la llama de mi sueño, ella me contaba historias sobre sus antepasados y me decía que algún día seria como ellos. Ella es una Elfa de Sangre, su nombre es Meredith, conoció a mi padre de pequeña cuando quedo huerfana victima de los ataques orcos, la familia de el le brindo el calor de un hogar para que no volviera a sentirse sola.

Como de costumbre cada mañana iba a la taberna del pueblo a oir las historias de los viajeros, cuanto mas Cebatruenos bebían mas espectaculares eran sus historias, pero hoy no hubo historia que contar. Habia llegado un grupo de orcos a mis queridas tierras, y asesinaban a todo aquello que estuviera en su camino. ¿Que podía hacer? me pregunte, ¿Alertar a mi padre? mala idea, vivia algo apartado del pueblo y no llegaría a tiempo. Sabia que debia enfrentar al grupo de asquerosos orcos, pero no queria aceptar dicha responsabilidad, despues de todo jamas sostuve una espada en mis manos (y ni si quiera tenia una). Entonces recorde las historias que alguna vez me motivaron a ser un heroe y fui directo al museo donde se encontraba una escama de Alamuerte y un colmillo de uno sus esbirros. Utilizando aquellos objetos como escudo y espada me dirigí a enfrentar al grupo de orcos, eran 7 para ser precisos. Al verme los sujetos verdes empezaron a soltar carcajadas, pero ni bien introduje el colmillo en el cuello de uno de ellos causando su muerte comenzaron a mirarme con aquella furia y sed de sangre que los caracteriza. Fue de gran utilidad aquel escudo improvisado, ya que ademas de ser resistente y protegerme de los ataques orcos, también daño sus armas dejándolos indefensos ante mis contraataques. Uno a uno fueron desplomándose ante mis pies, no sabia bien de donde había sacado aquella destreza pero sentía en mis venas correr una furia inmensa. Cuando asesino al ultimo bandalo suelto mis armas y me echo al suelo, estaba exhausto e impactado por mis propios actos, que dira mi viejo Peluche pensaba, fue entonces cuando aparecieron varios hombres y un elfo ante mi. "Felicidades muchacho, hemos presenciado y observado atentamente tus movimientos y queremos contar con tus servicios, el Rey Varian Wrynn nos solicito reclutar nuevos miembros para una expedición al continente de Pandaria", yo estaba asombrado al oir tales palabras que salian de la boca del Elfo, pero aun estaba lo suficientemente lucido (o tal vez no tanto) como para estar seguro de mi respuesta a semejante propuesta. "Acepto su invitación" llendo directo al grano, quizas por que queria mostrarme serio y seguro.

Aquella mañana dejo de ser una mañana como tantas otras, y fue el comienzo de mi intenso leveo, perdon, de mi intenso pero maravilloso viaje...

Este texto, fue enviado por el mismísimo hijo de la pareja: Darkrai.

No obstante, cuando le preguntamos a la dama elfa de sangre Meredith sobre su hijo Darkrai, alegó que eran mentiras. Estamos al 102% seguros que la mentirosa es ella, dado que, a su vez, se niega a hacerse una prueba de ADN junto con el supuesto padre del niño guerrero.

Nos gustaría expresar nuestra lástima por el joven Darkrai, quien no es aceptado por sus padres biológicos. Es muy duro criarse sin familia.